Ceferin lanza una acusación explosiva contra Florentino Pérez
El debate sobre la Superliga europea sigue vigente años después de su propuesta inicial por Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. Aunque varios clubes participaron en el proyecto en su momento, muchos desistieron tras la presión ejercida por organismos internacionales y federaciones nacionales, en parte por el temor a sanciones y expulsiones.
La principal motivación para unirse a la Superliga era el atractivo económico, ya que se ofrecían grandes sumas solo por participar. Sin embargo, esto obligó a la UEFA a tomar medidas, dado que el torneo amenazaba con arrebatarle el control y una parte significativa de los beneficios financieros que tradicionalmente gestiona.
Como respuesta, la UEFA no solo criticó públicamente el proyecto, acusándolo de no tener en cuenta a los aficionados, sino que también promovió nuevas competiciones como la Conference League y el Mundial de Clubes, con el objetivo de aumentar los ingresos y repartirlos entre más equipos, intentando así frenar la idea de una liga cerrada.
Para reforzar su posición, la UEFA utilizó a las federaciones como herramienta de presión, sugiriendo sanciones severas para los clubes que apoyaran la Superliga, incluso si la repercusión directa en las ligas nacionales era limitada y afectaba principalmente a la Champions League.
El proyecto de la Superliga nunca fue explicado de manera clara, lo que generó confusión y rechazo en su momento. Desde entonces, cada cierto tiempo, dirigentes del fútbol europeo han vuelto a pronunciarse en público para reafirmar su postura contraria, especialmente desde la UEFA.
Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, reiteró esta semana su rechazo: «Nunca organizaremos una competición para 12 clubes porque el fútbol tiene que ser inclusivo, que todos tengan una oportunidad de ganar las mejores competiciones». En un encuentro con la recién renombrada EFC (European Football Clubs), Ceferin enfatizó la fortaleza del fútbol europeo ante crisis históricas: «Hemos superado crisis sin precedentes, desafiando las tradiciones y haciéndonos más fuertes que nunca. Hemos superado guerras, epidemias y trastornos económicos, pero el fútbol europeo ha salido fortalecido y se asemeja al espíritu de los gladiadores».
El presidente de la UEFA también defendió las recientes reformas en las competiciones europeas de clubes: «Demostramos ese coraje cuando decidimos reformar las competiciones de clubes, algo que se ha visto recompensado porque ha generado valor dentro y fuera del campo».
Ceferin subrayó que la Superliga es un modelo excluyente que no representa los valores del fútbol europeo: «Europa establece los estándares en lo que respecta al fútbol mundial y desde fuera ha habido intentos de reformar nuestro deporte, pero nunca organizaremos una competición para 12 clubes. El fútbol tiene que ser inclusivo, que todos tengan una oportunidad de ganar las mejores competiciones». Añadió, además, la importancia del deporte rey como elemento de cohesión social: «Promovemos un fútbol inclusivo que sea un ancla en los momentos difíciles que vivimos. El fútbol es un lugar al que todos pertenecemos. Ante las crisis políticas y sociales, necesitamos algo que nos una, y el fútbol tiene ese papel y debemos conservarlo».
La EFC, anteriormente conocida como ECA, fue fundada en 2008 y hoy agrupa a cerca de 800 clubes de más de 55 países europeos, reflejando la diversidad y amplitud del fútbol continental. Finalmente, Ceferin confirmó que planea continuar al frente de la UEFA hasta 2027, salvo que decida cambiar de opinión.





